miércoles, 7 de abril de 2021
lunes, 11 de enero de 2021
¿No quiere usar WhatsApp? Conozca cinco apps que pueden reemplazarla
Existen varias aplicaciones que ofrecen servicios similares a esa aplicación las cuales podrían ser la mejor opción si los usuarios desean cambiar de plataforma de mensajería instantánea.
Dado que esta semana la plataforma de mensajería instantánea envió a sus usuarios la solicitud de aceptación de los nuevos términos y condiciones de WhatsApp, en los que la aplicación incorporó importantes cambios relacionados con el manejo de la información, muchas personas seguidoras de la app, están dudando si seguir utilizando la misma o mejor probar con otras plataformas que ofrecen el mismo servicio.
Los temas de relevancia señalados en estas nuevas condiciones tiene que ver con tres puntos fundamentales, el primero de ellos es sobre la manera en que la plataforma procesa los datos de los usuarios; el segundo es sobre cómo las empresas pueden usar los servicios alojados en Facebook para almacenar y administrar los chats de esa aplicación y por último, cómo la plataforma de mensajería pronto se asociará con Facebook para ofrecer integraciones más profundas en todos los productos de la empresa matriz.
Según esto, las nuevas incorporaciones de WhatsApp indican que la plataforma compartirá la información de los usuarios con Facebook y otras aplicaciones, recolectando datos de contactos, información de terceros con los que el usuario interactúa, incluso la dirección IP o ubicación de quienes la utilizan, lo que para muchas personas representa un enorme riesgo de privacidad pero que deberán aceptar si quieren seguir usando la aplicación.
¿Qué pasa si no acepta los nuevos términos y condiciones de WhatsApp?
De esta manera, las personas que ven que seguir con esa aplicación no es una opción confiable, están buscando alternativas tecnológicas que le puedan brindar las mismas herramientas de comunicación que la plataforma de mensajería, por esa razón, acá presentamos algunas de ellas.
Con más de 200 millones de usuarios en activo, Telegram es una alternativa popular a WhatsApp. Esta aplicación basada en la nube es compatible con múltiples plataformas. Al igual que WhatsApp, emplea el sistema de doble tick para reflejar que el destinatario ha recibido el mensaje.
La aplicación ofrece un cifrado de extremo a extremo para llamadas de voz predeterminado, con lo cual nadie podrá escuchar tus llamadas. Sin embargo, el cifrado para los mensajes de texto tiene que activarse manualmente para evitar que se guarden registros.
Al igual que en el caso de Signal, Telegram ofrece la opción de borrar automáticamente un mensaje transcurrido un tiempo determinado, y también permite el intercambio de archivos multimedia.
Pros
- Software de código abierto
- Plataforma sencilla e intuitiva
- Basada en la nube, por lo que nunca perderás información
Contras
- El cifrado no viene habilitado por defecto y debe activarse manualmente
- Emplea su propio cifrado estándar, lo cual ha sido criticado
Calificación: 4.5/5
Signal es gratuita, cuenta con un fuerte cifrado y funciona en todas las plataformas móviles. Como ocurre con la mayoría de las aplicaciones de mensajería, Signal es muy sencilla de usar y también ofrece llamadas de voz y video, de modo que no echarás en falta WhatsApp.
Signal tiene archivos de instalación para escritorio, de modo que podrás usar la aplicación tanto desde el ordenador como desde el teléfono.
Todos los mensajes están cifrados para que solo el que los envía y el que los recibe los puedan leer, de modo que los mensajes son totalmente ilegibles para piratas informáticos. Signal utiliza un cifrado de código abierto, lo que permite que expertos lo comprueben para encontrar fallos. Esto hace que la aplicación sea aún más segura.
Los usuarios pueden hacer que sus mensajes desaparezcan seleccionando un intervalo de tiempo tras el que se borra automáticamente; esto garantiza la privacidad, incluso aunque otra persona obtenga acceso al teléfono.
Signal no cuenta con emoticonos animados, pero puedes importar los emoticonos de tu dispositivo a la aplicación.
Pros
- Cifrado de extremo a extremo
- Cifrado de código abierto
- Disponible en todas las principales plataformas
- Mensajes que desaparecen
Contras
- No tiene emoticonos animados
Calificación: 4.8/5
OTRAS
Otra opción para los que deseen probar otras alternativas diferentes a Whastapp es Slack, una herramienta de comunicación lanzada al mercado en el 2013 que está enfocada en facilitar el desempeño y la productividad de equipos de trabajo que laboran de manera remota. En ese sentido, la plataforma brinda la posibilidad de segmentar grupos y mensajes individuales a través de hilos de conversación, definir canales específicos para cada proyecto, compartir documentos, realizar llamadas de voz, videollamadas, entre otras opciones.
Así mismo está Line, una aplicación de mensajería para teléfonos móviles y computadores que brinda las opciones tradicionales de mensajería, envío de videos, imágenes, audio, llamadas y videollamadas. Es la ‘app’ número uno en más de 52 países y ofrece también la posibilidad de realizar videollamadas grupales, encuestas, sincronización de chats entre dispositivos, un amplio abanico de stickers y un timeline para compartir videos y fotos.
domingo, 3 de enero de 2021
Qué es el "pensamiento catedral", una de las grandes lecciones de 2020 según el filósofo Roman Krznaric
Margarita Rodríguez
BBC News Mundo
29 diciembre 2020
Actualizado 30 diciembre 2020
Cuando el filósofo australiano Roman Krznaric habla de América Latina es evidente que lo hace con un gusto tremendo.
Le cuenta a BBC Mundo sobre "la enorme espontaneidad y conexión emocional" que encontró.
Y aunque ha visitado varios países de la región a lo largo de los años, le marcó profundamente convivir con indígenas en Guatemala.
Allí, dice, obtuvo "una visión completamente diferente de la vida", en gran parte gracias "al increíble vínculo que tienen con la tierra".
"Y creo que la conexión con el mundo vivo que encuentras en la cultura maya es realmente valiosa en medio de la cultura de consumo hiperurbano de hoy".
La idea de que "necesitamos reconectarnos con la tierra y con los largos ciclos del tiempo" lo cautivó.
Y es que precisamente en su libro The Good Ancestor (El buen antepasado), Krznaric, quien enseñó sociología y política en la Universidad de Cambridge, denuncia que vivimos en "la era de la tiranía del ahora", que tiene un "cortoplacismo frenético" en la raíz de las crisis que estamos enfrentando.
Pero cree que contamos con "talentos exclusivamente humanos" para contrarrestarlo. Por eso nos habló del "pensamiento catedral", de lo que denomina como "rebeldes del tiempo" y de movimientos inspiradores en todo el mundo, como el "diseño futuro" en Japón.
Lo que sigue es un extracto del diálogo que mantuvo con BBC Mundo.
¿Por qué cree que cortoplacismo se ha convertido en una constante en la forma en que vivimos?
Hoy en día cuando la gente habla de cortoplacismo, inmediatamente pensamos en que nuestros teléfonos celulares son el problema. Los revisamos 110 veces al día, estamos inmersos en una distracción digital.
Roman Krznaric es autor de varios libros.Pero las raíces son mucho más antiguas. En Europa, se remonta al reloj del Medioevo, cuando el tiempo empezó a ser medido y a dividirse en pequeñas fracciones.
En el siglo XIV, los primeros relojes medían cada hora. Hacia el siglo XVIII, ya medían cada minuto y para el XIX, tenían el segundero. Y eso ha hecho que el tiempo se acelere. Ahora tenemos operaciones bursátiles que se hacen en nanosegundos.
Una de las razones por las que el cortoplacismo es un gran problema ahora es porque nos hemos dado cuenta de que en el siglo XXI tenemos muchos desafíos a largo plazo: está el cambio climático y la pérdida de biodiversidad; las nuevas tecnologías como la inteligencia artificial y el bioterrorismo, por ejemplo.
Hay muchos temas que requieren pensar a largo plazo y la pandemia es uno de ellos.
Sabemos que los países que habían creado planes pandémicos a largo plazo han enfrentado el virus más efectivamente que los que no, por ejemplo, Estados Unidos o Brasil.
Esa es una de las razones por las que sabemos que la planificación a largo plazo importa ahora más que nunca.
De acuerdo con el filósofo, estamos inmersos en una constante distracción digital y en un "cortoplacismo frenético".Para mí ha sido interesante ver lo que se ha comentado a propósito de mi nuevo libro: cuántas personas del ámbito médico o de la salud pública han dicho que no hay suficiente planificación a largo plazo en ese sector, ya sea en el Servicio Nacional de Salud de Reino Unido o en los sistemas sanitarios de otros países.
Creo que la pandemia nos está haciendo ver los problemas a corto plazo, pero necesitamos crear resiliencia en nuestros sistemas de salud para planificar nuestra respuesta a las pandemias que podrán venir.
Y ya empezamos a conseguir que cada vez más gobiernos se den cuenta de lo que necesitan, no solo en respuesta a algo como covid-19, sino en términos de planificación a largo plazo con otros temas, como la crisis climática.
En su libro habla de la importancia del "pensamiento catedral". ¿En qué consiste y cómo se puede desarrollar?
El pensamiento catedral es la capacidad de concebir y planificar proyectos con un horizonte muy amplio, tal vez décadas o siglos por delante y, por supuesto, se basa en la idea de las catedrales medievales. En Europa, la gente comenzaba a construirlas y sabía que no las verían terminadas en el transcurso de sus vidas.
La catedral de Canterbury es una de las arquitecturas cristianas más antiguas de Inglaterra y se estima que lo que vemos hoy es una fusión de 900 años de obras de construcción y ampliación.Se trata de hacer algo con una visión a muy largo plazo. Los seres humanos han sido muy buenos en ese tipo de pensamiento, mucho más de lo que nos imaginamos.
Esa forma de pensar permitió levantar la Gran Muralla China o viajar al espacio, construir Machu Picchu o Brasilia: no sólo era actuar para el aquí y el ahora.
Creo que es una habilidad que podemos desarrollar. Las empresas pueden hacerlo para crear planes de sostenibilidad de 100 años. De hecho, ya muchas lo están haciendo. Los gobiernos también pueden hacerlo.
El "pensamiento catedral" va más allá del aquí y del ahora, dice el experto.Te doy un ejemplo muy específico: ¿recuerdas el accidente nuclear en Japón tras el terremoto y tsunami de 2011?
La planta de Fukushima se derrumbó y provocó un desastre, pero hubo otra planta llamada Onagawa que fue golpeada por el tsunami de una manera incluso más fuerte, pero sobrevivió porque el ingeniero que la diseñó la construyó unos 30 metros más alta de lo que realmente se necesitaba.
Él sabía que podría llegar un tsunami, aunque en ese momento quizás no había una posibilidad muy elevada. Ese es un pensamiento a largo plazo, es el tipo de pensamiento que necesitamos.
Algunas ciudades europeas, como Ámsterdam, están planeando no tener automóviles que funcionen con combustibles fósiles en sus calles después de 2030. Quieren una economía 100% circular a partir de 2050.
¿Cuáles son las implicaciones del cortoplacismo no sólo desde una perspectiva personal sino para la democracia como sistema?
Considero que hay un problema terrible con la democracia y es que no les damos derechos o una voz representativa a las generaciones futuras.
En Japón existe un movimiento llamado "diseño futuro" que considera en la toma de decisiones el impacto de una medida en las generaciones futuras.Sabemos que nuestros políticos apenas pueden ver más allá de las próximas elecciones o del último titular. Pero también sabemos que nuestras acciones están teniendo consecuencias en todas las generaciones futuras.
Me di cuenta de esto en parte porque en los años 90 me desempeñé como científico político y, aunque aparentemente era un experto en democracia, nunca se me ocurrió que estuviésemos privando de sus derechos a esas generaciones a las que no les dimos un lugar, incluso cuando han sido afectadas por nuestras acciones.
Existen algunos movimientos realmente inspiradores en diferentes partes del mundo que le están tratando de dar un lugar a las generaciones venideras.
En mi libro The Good Ancestor, escribí sobre un movimiento en Japón que se llama "diseño futuro", el cual se basa en una idea que practican comunidades aborígenes estadounidenses y que consiste en que en el proceso de toma de decisiones se considera el impacto de una decisión en las siguientes siete generaciones.
En Japón, invitan a los habitantes de una localidad determinada para que discutan y diseñen los planes para ese lugar.
El autor quedó fascinado con "la conexión con el mundo vivo que encuentras en la cultura maya".Generalmente se dividen en dos grupos: a uno se les dice que son los residentes del presente y a la otra mitad se les dice que son los habitantes que vivirán allí a partir del año 2060.
Uno de los resultados asombrosos es que los residentes que se imaginan a partir del 2060 conciben planes mucho más radicales y trasformadores para sus ciudades, ya sea que se trate de la atención sanitaria, de inversiones o de acciones contra el cambio climático
Se trata de un movimiento de base que se ha extendido por el país. Muchas ciudades progresistas en otras partes del mundo pueden adoptar este mecanismo para revitalizar la democracia, para reinventarla, para darle una voz a las generaciones futuras usando la imaginación.
¿Qué descubrió cuando escribía su libro The Good Ancestor?
Lo que realmente me sorprendió es que comencé a ver que hay un movimiento de lo que llamo rebeldes del tiempo en diferentes partes del mundo. Son personas que se dedican al pensamiento a largo plazo y a la justicia intergeneracional.
La pancarta de esta manifestante dice: "Faltamos a nuestras clases para enseñarte una lección" y fue expuesta en una de las jornadas de protesta de "Viernes para el futuro" de 2019.No sabía que había tantos proyectos increíbles en todo el mundo. Por ejemplo, en Escocia, la artista Katie Paterson ha diseñado un proyecto de arte llamado Future Library, en el que cada año, por 100 años, un autor famoso dona un libro que permanecerá sin ser leído hasta el año 2114.
Ese año, los 100 libros se imprimirán en papel hecho de 1000 árboles plantados en un bosque a las afueras de Oslo. Es como un regalo para el futuro.
También está la bóveda mundial de semillas en el círculo polar ártico, que busca guardar millones de semillas dentro de un búnker de roca indestructible, diseñado para que dure 1.000 años. El objetivo es preservar la biodiversidad de plantas del planeta.
Y hay otros movimiento como el de los "Viernes por el futuro". Se trata de pensar a largo plazo, de - en cierto modo- ser un buen antepasado.
Todo eso me da una sensación de esperanza. Aunque sé que nos estamos dirigiendo a tres o cuatro grados de calentamiento global y entre uno y dos metros de ascenso del nivel del mar para 2100, también veo estos increíbles movimientos en desarrollo y otros de tipo legal que buscan darle derechos a las personas del futuro.
Algunas personas ven el futuro como algo muy distante, 100 años es mucho tiempo y lo que pase entonces no nos va a afectar. Usted, de hecho, ha dicho que "tratamos el futuro como un puesto de avanzada colonial lejano". ¿Qué quiere decir?
Creo que hemos colonizado el futuro. La humanidad, particularmente en los países ricos, trata el futuro como un puesto de avanzada colonial lejano donde podemos lanzar deshechos libremente (y causar) daño ecológico y riesgo tecnológico como si no hubiera nadie allí.
sábado, 2 de enero de 2021
MACAMBO Y SACHA INCHI, PLANTAS ALIMENTICIAS Y CURATIVAS PARA COMUNIDAD AMAZÓNICA
Entre las especies alimenticias que cultiva la comunidad amazónica Ziora-Amena, del municipio de Leticia, está el Bejuco Sacha (Plukenetia volubilis), cuyas semillas son reconocidas por su uso popular como coadyuvante en tratamientos para reducir el colesterol total y LDL en plasma, y aumentar el colesterol “bueno” (HDL) y las proteínas.