martes, 25 de febrero de 2020

PLUTOCRACIA: GOBIERNO DE LOS RICOS Y PARA LOS RICOS




- La plutocracia maneja los poderes públicos favoreciendo los intereses de los ricos.
- Las élites económicas son minoritarias en comparación con el resto del pueblo. 
- Grupos multiempresariales pueden influir sin el control directo de las instituciones. 

Te explicamos qué es la plutocracia y cómo se relaciona con la oligarquía. Además, cuáles son sus características generales y ejemplos.
¿Qué es la Plutocracia?
La plutocracia es un tipo de gobierno oligárquico, es decir, donde pocos toman las decisiones por muchos, cuya élite gobernante es también la élite económica. En otras palabras, se trata del gobierno de los sectores ricos de la sociedad, siempre minoritarios en comparación con los pobres.
Una plutocracia es una forma de gobierno que se desarrolla cuando las clases altas se encuentran a cargo de la dirección del Estado. El concepto deriva de Pluto, el dios de la riqueza de acuerdo a la mitología de la Antigua Grecia.
Lo que implica la plutocracia es que las personas que dominan los recursos materiales de un país también ostentan el poder político. Incluso es posible que, en el marco de una democracia representativa (en la cual las autoridades estatales son elegidas por el voto popular y representan a la población), las decisiones más importantes sean tomadas, en realidad, por quienes cuentan con el poder económico.
La plutocracia no obedece a ninguna teoría política, sino que consiste en una misma democracia republicana en cuyo funcionamiento tiene un excesivo protagonismo el estrato más acaudalado de la sociedad. Se trata, pues, de un riesgo de todo sistema, y en ese sentido el término “plutocracia” o “plutócrata” es usado de modo despectivo.
Características de la plutocracia:
1.       Etimología
La palabra plutocracia proviene del griego antiguo, de los vocablos “ploutos” (riqueza) y “krathos” (poder, gobierno).
Este término fue usado por primera vez por el historiador y filósofo griego Jenofonte, para referirse a la sociedad ateniense previa a las reformas de Solón, cuyo congreso político era controlado por los grandes terratenientes y dueños de la mayoría de los esclavos, forzando la promulgación de medidas que excluían a las clases bajas del gobierno y les permitían mandar a sus anchas.
2.       Concepto clásico
El precepto tradicional de plutocracia refiere al control del gobierno de una nación por parte de sus élites económicas, quienes disponen de los mecanismos del sistema político para promulgar leyes que beneficien sus intereses, vayan o no en detrimento del resto de la población.
No debe confundirse con sistemas de participación política que requieran de un monto de riqueza mínima para ejercer el voto, por ejemplo. El rasgo distintivo de la plutocracia es el manejo de los poderes públicos a favor de los intereses particulares de la élite económica de la nación, sea cual sea el mecanismo de participación o el sistema político en cuestión.
En ese sentido, la plutocracia suele implicar lo siguiente:
·         Los gobernantes retribuyen el apoyo de las élites económicas favoreciendo sus necesidades por encima de la voluntad general de la población.
·         Los plutócratas pueden revocar el mandato de los gobernantes electos.
·         Los gobernantes rinden cuentas, por ende, a los plutócratas antes que al pueblo.
·         Los poderes públicos están sometidos a instrucciones vinculantes de la élite.
3.       El poder económico
Si las democracias republicanas como las conocemos funcionan en base a la convivencia y mutua regulación de los poderes públicos, a menudo son vulnerables al llamado poder económico, es decir, a la influencia del capital y de los intereses de las clases más pudientes en el quehacer político.
Estos poderes suelen ser más o menos invisibles en el debate político, por lo que a menudo juegan el rol del poder detrás del trono, vale decir, tiran de los hilos invisibles de la política.
4.       Plutocracia y oligarquía
El concepto de plutocracia está muy vinculado con el de oligarquía, que no es otra cosa que el gobierno de unos pocos (del griego oligos, “pocos”; y arko, “mandato”). Podría bien decirse que la plutocracia es una forma de oligarquía, ya que las élites económicas son siempre minoritarias en comparación con el resto del pueblo llano.

5.       Financiación de los partidos políticos
La lucha contra las plutocracias presta especial atención a la financiación de los partidos políticos, que debe ser transparente y pública, y así evitar que intereses oscuros inviertan en la campaña de un candidato y luego cobren en favores dicha preferencia, lo cual reduciría el ejercicio democrático representativo a la pura demagogia. Esto es considerado un delito de corrupción y es punible en numerosas legislaciones nacionales.
6.       Control de los medios de comunicación
Muchos consorcios informativos pertenecen a grupos empresariales. 
Otra forma de mecanismo plutocrático es el manejo tendencioso de los medios de comunicación, para favorecer los intereses de la élite mediante la manipulación de la opinión pública. Esto se debe a que muchos consorcios informativos locales o trasnacionales pertenecen a grupos empresariales más o menos visibles.
Así, el llamado “cuarto poder” que constituyen los medios de comunicación a menudo contribuye con el debilitamiento de las instituciones y la construcción de una plutocracia.
7.       Privatización
Un tercer mecanismo plutocrático consiste en la adquisición de los bienes públicos o estatales en subastas públicas que reciben el nombre de privatización, y que otorgan a intereses privados el control sobre empresas básicas o de importancia pública incuestionable, como el aseo urbano o los servicios de luz, gas, electricidad.
Esto les confiere a los sectores económicos una injerencia importante sobre las dinámicas políticas nacionales a partir del control de los bienes de primera necesidad.
8.       Consecuencias
La plutocracia promueve los intereses ocultos en el ambiente político.
Las consecuencias directas de una plutocracia tienen que ver con el crecimiento de las desigualdades sociales, la poca redistribución de las riquezas mediante favoritismos, proteccionismos y actos de corrupción y clientelismo que favorecen, más que a nadie, a los intereses de la élite económica.
En líneas generales, la plutocracia impide el funcionamiento transparente de la democracia representativa y promueve la existencia de intereses ocultos, secretos, en el ambiente político. Lo cual podría conducir además a luchas entre grupos plutocráticos y por lo tanto a tensiones económicas irresponsables con las necesidades reales del pueblo.
9.       Reclamos contra la plutocracia
Los sectores marxistasanarquistas y socialistas de la sociedad contemporánea consideran las democracias liberales como sistemas diseñados para favorecer a la burguesía y por lo tanto sistemáticamente plutocráticos.
La lucha por socializar los medios de producción que sostiene el marxismo es contraria a la propiedad privada y la sociedad de clases, porque favorece siempre el mantenimiento de las clases altas en detrimento de las pobres.
10.    Ejemplos de plutocracia
-Existen acusaciones de plutocracia en sociedades como la mexicana o la estadounidense, dados los circuitos monopólicos u oligopólicos, holdings empresariales y otras formas de asociación económica que tienen una notoria influencia en las dinámicas políticas.
-En particular la existencia de grupos multiempresariales como Grupo Prisa en España o Grupo Clarín en Argentina, que controlan sectores informativos, agrarios, financieros, etc., supone la existencia de poderes influyentes en el país pero fuera del control directo de las instituciones.


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lunes, 24 de febrero de 2020

CACOCRACIA: gobierno de los ineptos’



Las cacocracias (los gobiernos de los malos) proliferan en sistemas políticos degradados y caóticos que repelen a los talentosos y le abren paso a los peores ciudadanos, o a los menos preparados
“Cacocracia” significa literalmente el “gobierno de los malos”. Las “cacocracias” proliferan en sistemas políticos degradados y caóticos que repelen a los talentosos y les abren paso a los peores ciudadanos, o a los menos preparados. Obviamente es posible que a veces se combinen los dos y el Gobierno no solo sea criminal sino también incompetente. Cuando coinciden, la “cleptocracia” y la “cacocracia” se refuerzan entre sí.
Es una palabra que se ha estado usando ocasionalmente desde hace más de un siglo, aunque en tiempos recientes se ha extendido considerablemente. Por su formación a partir del griego kakós (‘malvado, malo’) y el elemento -cracia (‘gobierno, poder’), sería un ‘gobierno de malvados’ o un ‘mal gobierno’ (en ocasiones se ha definido como ‘gobierno de los ineptos’). Aunque la cacocracia puede incluir la idea de ‘gobierno de los ladrones’, este último concepto se expresa más precisamente con cleptocracia, a partir del griego kléptis, ‘ladrón’ (como en cleptomanía).
. Las cacocracias (los gobiernos de los malos) proliferan en sistemas políticos degradados y caóticos que repelen a los talentosos y le abren paso a los peores ciudadanos, o a los menos preparados. Obviamente es posible que a veces se combinen los dos y el Gobierno no solo sea criminal sino también incompetente.
Es también un error pensar que solo en países con instituciones débiles y sistemas políticos inmaduros pueden llegar a ocupar las posiciones más importantes personas que no tienen la capacidad y la preparación necesarias. Lo que estamos viendo en Estados Unidos y en países europeos con una larga tradición democrática muestra que ninguna nación es inmune a la cacocracia. En Estados Unidos, la búsqueda en Internet del significado de esta palabra derivada del griego antiguo ha tenido un enorme auge desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.
Como buenos prestidigitadores, los cleptócratas saben cómo distraernos de sus fechorías y los cacócratas de su incapacidad. Lo hacen hablándonos de sus ideologías y atacando a las de sus rivales. Mientras nosotros vemos y participamos en estos torneos ideológicos, ellos roban. O tontean.

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