lunes, 24 de febrero de 2020

CACOCRACIA: gobierno de los ineptos’



Las cacocracias (los gobiernos de los malos) proliferan en sistemas políticos degradados y caóticos que repelen a los talentosos y le abren paso a los peores ciudadanos, o a los menos preparados
“Cacocracia” significa literalmente el “gobierno de los malos”. Las “cacocracias” proliferan en sistemas políticos degradados y caóticos que repelen a los talentosos y les abren paso a los peores ciudadanos, o a los menos preparados. Obviamente es posible que a veces se combinen los dos y el Gobierno no solo sea criminal sino también incompetente. Cuando coinciden, la “cleptocracia” y la “cacocracia” se refuerzan entre sí.
Es una palabra que se ha estado usando ocasionalmente desde hace más de un siglo, aunque en tiempos recientes se ha extendido considerablemente. Por su formación a partir del griego kakós (‘malvado, malo’) y el elemento -cracia (‘gobierno, poder’), sería un ‘gobierno de malvados’ o un ‘mal gobierno’ (en ocasiones se ha definido como ‘gobierno de los ineptos’). Aunque la cacocracia puede incluir la idea de ‘gobierno de los ladrones’, este último concepto se expresa más precisamente con cleptocracia, a partir del griego kléptis, ‘ladrón’ (como en cleptomanía).
. Las cacocracias (los gobiernos de los malos) proliferan en sistemas políticos degradados y caóticos que repelen a los talentosos y le abren paso a los peores ciudadanos, o a los menos preparados. Obviamente es posible que a veces se combinen los dos y el Gobierno no solo sea criminal sino también incompetente.
Es también un error pensar que solo en países con instituciones débiles y sistemas políticos inmaduros pueden llegar a ocupar las posiciones más importantes personas que no tienen la capacidad y la preparación necesarias. Lo que estamos viendo en Estados Unidos y en países europeos con una larga tradición democrática muestra que ninguna nación es inmune a la cacocracia. En Estados Unidos, la búsqueda en Internet del significado de esta palabra derivada del griego antiguo ha tenido un enorme auge desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.
Como buenos prestidigitadores, los cleptócratas saben cómo distraernos de sus fechorías y los cacócratas de su incapacidad. Lo hacen hablándonos de sus ideologías y atacando a las de sus rivales. Mientras nosotros vemos y participamos en estos torneos ideológicos, ellos roban. O tontean.

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